miércoles, 10 de junio de 2015
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Pensador de fantasías
Un artista que recrea el pasado. Es una figura del arte
actual que se abre paso con fuerza en el mundo artístico. Como si se tratara de
un creador del renacimiento, Hernando Sánchez no quiere verse encasillado en
una única concepción sino que expresa sus ideas en esculturas, pinturas,
dibujos o grabados. No le importa experimentar con las formas, con el juego de
la incidencia de la luz en marcados claroscuros
y con los materiales. Acoge, con gusto,
todas las influencias que le vienen de afuera. Sus obras mezclan el mito, la
fantasía y la realidad en todas las dimensiones del tiempo y el espacio.
Hernando Sánchez lleva años pintando y esculpiendo obras
pero es desde principios de los años 80 cuando empieza a mostrar su obra en
Colombia, primero, y en otros países latinoamericanos y europeos después.
El artista evoca en sus representaciones épocas y maestros
por las cuales ha estado influido y a los que quiere rendir homenaje con su
trabajo. En sus obras se nota un amor por el arte en general. Se deja atrapar
por la información grafica que le llega de todas partes del mundo y que nos
invade des de los medios de comunicación. Todo ello lo plasma en murales que no
olvidan el cuidado de los trazados clásicos de épocas de esplendor o de
extravagancia.
“…en un espacio que permanece quieto; armoniosamente geométrico, expectante
a que sucedan cosas; galopes, sublimaciones, preguntas, evocaciones. Donde
pueden engendrarse muchas cosas. Como pasa en los espacios sacros, estable
únicamente en el campo de la imaginación entre las nociones de afuera y las
nociones de adentro, consciente o inconsciente. Las acciones o las peripecias
son impensables en tales escenarios, porque no puede ocurrir nada y puede
ocurrir todo y las cosas no sufren modificaciones; simplemente están; esperan
en avasallador golpe de luz para enmudecer aún más y despertar al misterio… son espacios concentrados que tienden a
expandirse atendiendo a su sobrenatural movimiento, pero al mismo tiempo, estos
espacios densos son profundamente reales; se definen entre columnas, arcos,
vacios, y cuerpos reveladores, fugases,
que irrumpen implacables en busca de una trascendencia material, ante la mirada
atónita de los caballeros del tiempo y el divino alquimista…”
Sus obras revelan una iconografía de investigación
histórica, que nos remonta a tiempos
clásicos. Al final, lo que queda son una serie de conceptos hábilmente
mezclados con figuras contemporáneas, y
donde el tiempo se convierte en un elemento esencial que ocupa su propio
espacio.
Esta reinvención, a partir de diversas tendencias y estilos,
da como resultado formas nuevas e ideales reinterpretados que vienen desde el
pasado. Así el arte heredado de siglos anteriores, se proyecta hacia el futuro.
Según el análisis de los críticos de arte y los gustos del propio Hernando
Sánchez, presenta signos de la importancia de cientos de años de la literatura
de: Goethe, Cervantes Spinoza, Blake y
Lord Byron.
El artista reivindica las formas vigorosas y enérgicas, la
tradición del pasado y la luz del siglo XXI: Todo ello forma un marco que, en
su conjunto, es un cúmulo de herencias que identifican el universo y su
génesis, donde el gusto por lo cosmopolita se convierte en una obra abierta al
exterior que se ofrece a las múltiples interpretaciones de quien lo contempla.
En su camino aparecen Remedios Varo, Leonora Carrington e
Ives Tanguy, y todos aquellos parámetros históricos en que se alimentan las
generaciones contemporáneas del mundo del arte.
Sus obras impactan por importancia de la fuerza psíquica y
en deseo de dejarse llevar por la energía que le aporta el mundo circundante.
Tipifican la armonía e invitan a la reflexión con sus figuras arquetípicas, las
cuales denuncian la maldad como opción a la virtud. El resultado es un conjunto
lleno de fuerza que atrapa a quien lo contempla.
Escribió: Juan Andrés
Jaramillo
I.A.C.A. New York.